LECCIÓN 45

LECCIÓN 45

«Dios es la Mente con la que pienso.»

Comentada por:
Oscar Gómez Díez

«La idea de hoy es la llave que te dará acceso a tus pensamientos reales,» Aceptar, practicar y reconocer la idea de hoy, nos dará acceso a nuestros pensamientos reales, a los que pienso con Dios, ni más ni menos, hoy tenemos en nuestras manos la llave que abre la puerta de nuestra salvación, la que puede sanar nuestras mentes. Así que estudiemos y practiquemos con la consciencia del enorme significado que Jesús le asigna a esta lección.

Toda esta sección de las  bienaventuranzas (lecciones 40 a la 50)  nos sitúan ante  contrastes de absolutos. Nos llevan necesariamente a elegir. Nuestros pensamientos reales, «no tienen nada que ver con lo que piensas que piensas, de la misma manera en que nada de lo que piensas que ves guarda relación alguna con la visión.» Nada de lo que hasta hoy creíamos que veíamos o pensábamos es real, es ilusorio. Lo que hasta hoy creíamos que era nuestra vida, fue construida sobre una gran mentira que nosotros mismos fabricamos. El creer que nos habíamos separado de Dios, el creer que podíamos ver o pensar al margen de Dios.

Con la idea de hoy, el edificio de hormigón que el ego creyó haber construido empieza a derrumbarse.! Todo lo que en este mundo llamamos pensar, no es real, es ilusorio. También lo que llamábamos ver, tampoco es real, es ilusorio. Pensar y ver solo son reales desde la Mente de Dios. Aquí el Curso no se pone con consideraciones relativistas. Pensamos o no pensamos. Vemos o no vemos. Y lo que considerábamos  que pensábamos y veíamos no son nada, son fantasías de un sueño que soñamos.

Por si nos quedaba alguna duda de lo que se nos está diciendo, por si llegamos a pensar que lo que nos acaban de decir, solo nos movió el piso, pero no derrumbó nuestro edificio mental, Jesús se viene con otra carga de profundidad, un verdadero terremoto grado 10  para nuestro ego: «No existe ninguna relación entre lo que es real y lo que tú piensas que es real. Ni uno solo de los que según tú son tus pensamientos reales se parece en modo alguno a tus pensamientos reales. Nada de lo que piensas que ves guarda semejanza alguna con lo que la visión te mostrará.» Solo la visión nos puede mostrar lo que es real, lo que es verdad. De ahí la importancia que la visión tiene en el plan de estudios de Un Curso de Milagros. Todo lo que pensábamos que era el mundo real, no existe, aquí se acaba de  derrumbar el edificio que sustentaba nuestro ego. Pero no caemos en un vacío mortal. En su lugar,  se nos dirige  suave y amorosamente a reencontrarnos con nuestros pensamientos reales; así como ayer se nos llevaba a encontrarnos con la luz de la visión. Y se nos da una garantía esperanzadora: «La idea de hoy es la llave que te dará acceso a tus pensamientos reales» y procede a explicarnos porque en este mundo realmente no pensamos ni vemos. «Piensas con la Mente de Dios. Por lo tanto, compartes tus pensamientos con Él, de la misma forma en que Él comparte los Suyos contigo. Son los mismos pensamientos porque los piensa la misma Mente.» Esta es nuestra verdadera naturaleza, somos parte de la mente de Dios, somos una extensión de Su Mente, no existimos aparte de Él, y nunca nos hemos separado de nuestra Fuente. Y si esto es cierto, los pensamientos de Dios tienen que estar en mi mente, solo debo buscarlos, navegar en mi interior y reencontrarme con mi Fuente, para ello debo negar los falsos pensamientos con los que el ego nubló mi mente. Todo el proceso sanador del Curso se puede resumir como un trabajo sistemático de negar lo que no es verdad, para que la verdad que soy aflore, despertando del sueño de separación.

«Compartir es hacer de manera semejante o hacer lo mismo. Los pensamientos que piensas con la Mente de Dios no abandonan tu mente porque los pensamientos no abandonan su fuente. Por consiguiente, tus pensamientos están en la Mente de Dios, al igual que tú. Están en tu mente también, donde Él está. Tal como tú eres parte de Su Mente, así también tus pensamientos son parte de Su Mente.» La Creación se puede describir como un proceso de compartir y extender, en una constante e inseparable unidad. Soy como una gota de agua en el océano celestial, soy parte integral de ese océano, así haya soñado que me separé y me convertí en un yo individual, mi naturaleza no ha cambiado ni cambiará jamás. 

Siguiendo la misma lógica Jesús nos pregunta y nos contesta, después de la conmoción que nos haya podido causar sus primeras afirmaciones. «¿Dónde están, pues, tus pensamientos reales? Hoy intentaremos llegar a ellos. Tendremos que buscarlos en tu mente porque ahí es donde se encuentran. Aún tienen que estar ahí, ya que no pueden haber abandonado su fuente. Lo que la Mente de Dios ha pensado es eterno, al ser parte de la creación.» o sea, no nos quedamos huérfanos de mente y pensamientos, después que nos dijeran que no pensábamos ni veíamos. Algo dentro de nosotros siente alivio y esperanza.

NEGAR EL  MUNDO  EN  FAVOR  DE  LA  VERDAD:

«Intentaremos abandonar lo irreal y buscar lo real.  Negaremos el mundo en favor de la verdad.  No permitiremos que los pensamientos del mundo nos detengan. No dejaremos que las creencias del mundo nos digan que lo que Dios quiere que hagamos es imposible. En lugar de ello, trataremos de reconocer que sólo aquello que Dios quiere que hagamos es posible.»

«Trataremos asimismo de comprender que sólo lo que Dios quiere que hagamos es lo que nosotros queremos hacer. Y también trataremos de recordar que no podemos fracasar al hacer lo que Él quiere que hagamos.»

«Tenemos hoy todas las razones del mundo para sentirnos seguros de que vamos a triunfar,  pues ésa es la Voluntad de Dios.»

PRÁCTICA:

Tres sesiones largas de 5 minutos cada una. Aplicamos el mismo método de ayer de buscar ideas afines o relacionadas.

«Comienza los ejercicios de hoy repitiendo la idea para tus adentros, al mismo tiempo que cierras los ojos.»

«Dios es la Mente con la que pienso.»

Igual que las últimas lecciones, se nos pide aquietar nuestra mente, mientras repetimos la idea del día, y luego dedicamos algunos minutos a buscar  pensamientos afines, pensamientos relacionados, reforzando esta búsqueda con la siguiente afirmación:

«Mis pensamientos reales están en mi mente.»
«Quiero encontrarlos.»

«Trata luego de ir más allá de todos los pensamientos irreales que cubren la verdad en tu mente y de llegar a lo eterno.»

«Debajo de todos los pensamientos insensatos e ideas descabelladas con las que has abarrotado tu mente, se encuentran los pensamientos que pensaste con Dios en el principio. Están ahí en tu mente, ahora mismo, completamente inalterados.  Siempre estarán en tu mente, tal como siempre lo han estado. Todo lo que has pensado desde entonces cambiará, pero los cimientos sobre los que eso descansa son absolutamente inmutables.»

«Hacia esos cimientos es adonde apuntan los ejercicios de hoy. Ahí es donde tu mente está unida a la Mente de Dios.  Ahí es donde tus pensamientos son uno con los Suyos.»

«Para este tipo de práctica sólo se necesita una cosa: que tu actitud al llevarla a cabo sea la misma que tendrías ante un altar consagrado en el Cielo a Dios el Padre y a Dios el Hijo. Pues tal es el lugar al que estás intentando llegar.»

«Probablemente no puedes darte cuenta todavía de cuán alto estás intentando elevarte. Sin embargo, aun con el poco entendimiento que has adquirido hasta la fecha, deberías ser capaz de recordarte a ti mismo que esto no es un juego fútil, sino un ejercicio de santidad y un intento de alcanzar el Reino de los Cielos.»

REPETICIONES FRECUENTES:

«En las sesiones de práctica cortas de hoy, trata de recordar cuán importante es para ti comprender la santidad de la mente que piensa con Dios. Mientras repites la idea a lo largo del día, dedica uno o dos minutos a apreciar la santidad de tu mente. Deja a un lado, aunque sea brevemente, todos los pensamientos que son indignos de Aquél de Quien eres anfitrión.  Y dale gracias por los pensamientos que Él está pensando contigo.»

Esta práctica la debemos hacer con la mayor entrega y devoción posible, pues nos adentramos a lo más sagrado que pueda haber en nosotros, el encuentro con nuestra propia divinidad.
Que maravilla llegar hasta nuestros pensamientos reales, que maravilla recordar nuestros santos pensamientos, que maravilla llegar hasta los pensamientos de Dios, que maravilla reencontrarnos con nuestra realidad eterna.

Bendiciones

Oscar Gómez Díez

https://oscargomezdiez.com/

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