
ENTRE LO TEMPORAL Y LO ESPACIAL
Cada día miramos hacia adelante, hacia atrás, a los lados, abajo y arriba. Es una mirada espacial de objetos y distancias que puede ser importante pero no suficiente. Lo mismo sucede con la mirada temporal, de la que, en la mayoría de las veces, quedamos atrapados entre los resentimientos del pasado y las preocupaciones del futuro.
Entre lo temporal y lo espacial, existe otra dimensión, que no es un lugar y tampoco es un tiempo, pero lo es todo y lo significa todo: el presente.
El presente no tiene longitud ni forma, y no se puede medir ni calcular, pero es lo único real, es la ventana que nos conecta con la eternidad.
Aprendamos a vivir en el presente, el único momento en que la verdad se nos revela, y el amor ilumina nuestros corazones. Es el instante en que nos liberamos de las ataduras de este mundo, que nos enseña quiénes somos, y nos permite comprender nuestra función de sanar y perdonar.
En el ahora recuperamos la esperanza de conquistar la paz, mientras disfrutamos el camino hacia el amor y la felicidad. Es el instante santo que nos posibilita construir el puente que nos conecta con la Fuente de toda luz, y del origen de nuestro Ser.
Solo en el momento presente, podemos aquietarnos, cerrar los ojos y en silencio mirar hacia adentro, comunicándonos con nuestro maestro interior, y perdonar todo pensamiento de miedo y conflicto, sanando todo lo que verdad no es, y agradecer por todo lo aprendido, así como por la Guía recibida durante todo recorrido hacia el despertar de nuestra consciencia. En el ahora, con gozo podemos exclamar: nos hemos reencontrado con nuestro Ser! y un rayo de luz nos da la bienvenida.
Oscar Gómez Díez
https://youtu.be/I0TC0s16jFs