
EPÍLOGO
Comentado por:
Oscar Gómez Díez
Este Epílogo son las últimas palabras y recomendaciones de Jesús después de finalizar el libro de ejercicios.
La primera oración del Epílogo quizás nos puede desconcertar, pues tras 365 lecciones a lo largo de un año nos dice lo siguiente: «Este curso es un comienzo, no un final.» El Curso entrenó nuestra mente, nos enseñó el perdón, a practicar el instante santo, aquietando la mente, y en silencio escuchar la Voz del Amor. A lo largo de este recorrido hemos sanado muchas culpas y miedos, y tenemos más confianza en la Guía del Espíritu Santo, ya aceptamos que somos el inocente e impecable Hijo de Dios, que somos tal como Dios nos creó, que somos una mente libre y eterna, que este es un mundo ilusorio, fabricado por un sueño de separación, que no tengo enemigos ni peligros que me acechen, que mi naturaleza es solo amor y que aquello que no sea amor, no es real, es ilusorio y debo perdonarlo. Después de semejante aprendizaje, Jesús nos sorprende con que «Este curso es un comienzo, no un final.» con esto nos indica que el proceso para deshacer el ego no ha terminado, mientras tengamos un cuerpo, vamos a sentir carencias y necesidades, y muy posiblemente nos identificaremos con el cuerpo, y con ese aspecto de nuestra mente falsa al que hemos denominado ego. Todavía utilizamos los órganos de la percepción del cuerpo, así sea con una percepción verdadera, no es el conocimiento todo abarcante del estado del Cielo. El aprendizaje del Curso ha concluido, pero la tarea de fondo apenas comienza, el propósito de volver a Dios no ha concluido.
Lo que nos resta es la práctica, la experiencia del perdón, la contemplación de la inocencia de todo lo que nos aparenta ocurrir en este mundo, las meditaciones diarias, y el servicio de amor y paz con el que bendecimos al mundo, mientras elevamos nuestro nivel de oración hasta llegar a Dios. Como analogía podemos decir que en la universidad nos certifican que cursamos los estudios, pero tenemos que ponerlos en práctica en nuestra vida profesional, es allí donde demostramos nuestra maestría.
NO ESTARÁS SOLO
Pero en ese proceso no estaremos solos, el Espíritu Santo siempre nos acompañará: «Tu Amigo te acompaña. No estás solo. Nadie puede llamarlo en vano. Sean cuales sean tus problemas ten por seguro que Él tiene la solución y que gustosamente te la dará sólo con que te dirijas a Él y se la pidas. Él no se negará a darte todas las respuestas que necesites para cualquier cosa que parezca perturbarte. Él sabe cómo solventar todo problema y aclarar toda duda. Su certeza es tuya. Tan sólo necesitas pedírsela para que te sea dada.» Lo único que debemos hacer es invocar la guía y el consejo del Espíritu Santo, y Él siempre nos contestará, y nos dará una solución amorosa para cada problema o incertidumbre que creamos sentir.
TU REGRESO ES SEGURO:
Una vez que hemos aprendido a perdonar y aceptar la Guía del Espíritu Santo, ya hemos iniciado el camino de regreso a casa, al corazón de Dios, «Tu llegada al hogar es tan segura como la trayectoria que ha sido trazada para el sol antes de que despunte el alba, después del ocaso y en las horas de luminosidad parcial que transcurren entremedias. De hecho, tu camino es todavía más seguro. Pues es imposible cambiar el curso de aquellos que Dios ha llamado a Su vera.»
SIGUE LA VOZ QUE HABLA POR DIOS
Lo único que debemos hacer en este mundo es escuchar la Voz del Espíritu Santo y hacer lo que nos indique, sus consejos son infalibles, pues el Amor nunca se equivoca, «Haz, entonces, tu voluntad, y sigue a Aquel a Quien aceptaste como tu voz para que te diga lo que realmente quieres y lo que realmente necesitas. Suya es la Voz que habla por Dios y también por ti. Por lo tanto, Él habla de la libertad y de la verdad.»
FIN DE LAS LECCIONES
El aprendizaje de las lecciones ha concluido, el aprendizaje para llegar a Dios todavía continua, sólo que hemos dado un salto de calidad enorme, en lugar de un maestro que nos parecía externo durante las primeras lecciones, ahora sabemos con certeza que tenemos un maestro interno que nos acompaña y nos guiará por siempre y a Él acudiremos en todo momento y circunstancia hasta que lleguemos a Dios. «Ya no se asignarán más lecciones específicas, pues ya no se necesitan. En lo sucesivo, oye tan sólo la Voz que habla por Dios y por tu Ser cuando abandonas el mundo para buscar en su lugar la realidad. Él dirigirá tus esfuerzos, diciéndote exactamente lo que debes hacer, cómo dirigir tu mente y cuándo debes acudir a Él en silencio, pidiendo Su dirección infalible y Su Palabra certera. Suya es la Palabra que Dios te ha dado. Suya es la Palabra que elegiste para que fuese la tuya propia.»
MISIÓN CUMPLIDA:
Jesús nos instruyó a lo largo del Curso de Milagros, de Su mano conocimos la teoría del Libro del Texto, las prácticas del Libro de Ejercicios y las explicaciones del Manual del Maestro, una vez concluida la formación nos anuncia que su labor ha concluido, y nos deja en las manos del Espíritu Santo a quien nos presentó, y a Quien nos enseñó a comunicarnos con Él al punto que ya lo consideramos nuestro Amigo: «Y ahora os pongo en Sus manos para que seáis Sus fieles seguidores, y Él, vuestro Guía en toda dificultad o dolor que consideréis real. Él no os dará ningún placer pasajero, pues sólo da lo bueno y lo eterno. Dejad que Él os prepare aún más. Él se ha ganado vuestra confianza hablándoos diariamente de vuestro Padre, de vuestro hermano y de vuestro Ser. Y continuará haciéndolo. Ahora camináis con Él, tan seguros de vuestro destino como lo está Él; tan seguros de cómo debéis proceder como lo está Él; tan seguros de la meta y de que al final la alcanzaréis como lo está Él.»
CADA DECISIÓN QUE TOMES SERÁ GUIADA:
No dudes por un solo instante de la guía y la compañía del Espíritu Santo, Él te llevará hasta la meta final de forma segura e infalible, Su presencia nos garantizará la paz, nada ni nadie más lo podrá hacer mejor, «El final es seguro y los medios también. A esto decimos “Amén”. Cada vez que tengas que tomar una decisión se te indicará claramente cuál es la Voluntad de Dios para ti al respecto. Y Él hablará por Dios y por tu Ser, asegurándose así de que el infierno no te reclame y de que cada decisión que tomes te acerque aún más al Cielo. Así es como hemos de caminar con Él de ahora en adelante, recurriendo a Él para que nos guíe, nos brinde paz y nos ofrezca una dirección segura.»
EL JÚBILO NOS ACOMPAÑA:
En la medida que vamos aprendiendo a perdonar y aceptar las enseñanzas de Jesús, de escuchar la Voz que habla por Dios, vamos experimentando una mayor paz y alegría, que son los indicadores más evidentes de nuestro proceso de sanación, la alegría esporádica que íbamos acumulando cada vez que perdónanos se va transformando en un júbilo permanente cada vez que nos acercamos a nuestra meta final en el Cielo. «El júbilo nos acompaña, pues nos dirigimos a nuestro hogar a través de una puerta que Dios ha mantenido abierta para darnos la bienvenida. A Él le encomendamos nuestros pasos y decimos “Amén”. Continuaremos recorriendo Su camino en paz, confiándole todas las cosas. Y esperaremos Sus respuestas llenos de confianza, cuando le preguntemos cuál es la Voluntad de Dios en todo lo que hagamos. Él ama al Hijo de Dios tal como nosotros queremos amarlo. Y nos enseña cómo contemplarlo a través de Sus ojos y a amarlo tal como Él lo ama.» Este Epílogo utiliza varias veces la palabra amén, que fue escasa tanto en el Texto como en el libro de ejercicios. Amén es una palabra de cierre que significa «Que así sea!!
NUNCA TE DEJARÉ DESAMPARADO.
«No caminas solo. Los ángeles de Dios revolotean a tu alrededor, muy cerca de ti. Su Amor te rodea, y de esto puedes estar seguro: yo nunca te dejaré desamparado.»
Jesús nos hace una promesa final «yo nunca te dejaré desamparado.» siempre podremos contar con la compañía y la ayuda de Jesús, lo podremos invocar cada vez que lo necesitemos y Él estará allí para apoyarnos en todo lo que requiere Su ayuda, pues el Amor no se abandona a Sí mismo, todos somos el Amor que ha sido, es y será por siempre.
Bendiciones
Oscar Gómez Díez
https://oscargomezdiez.com/