
TRANSPARENTATE
Abre tu corazón.
Expresa tus mejores sentimientos.
Transparéntate.
No ocultes nada ni te ocultes, pues no te encontrarás.
Quítate las armaduras.
Declina tus armas.
Si te defiendes habrás sido atacado.
Aparta las defensas, que de nada te están protegiendo, y que terminarán atacando.
Si te consideras culpable estas invocando un castigo.
Que la luz de la bondad disipe toda penumbra que creas tener.
Dirige la mirada hacia el interior y con la sonrisa de la verdad descarta lo que no lo sea.
La inofensividad es tu mejor defensa.
El perdón tu mejor «arma».
No hay nada que temer cuando el amor ilumina nuestra vida.
Oscar Gómez Díez