LECCIÓN 32

LECCIÓN 32

«He inventado el mundo que veo.»

Comentada por:
Oscar Gómez Díez

La afirmación de este ejercicio difícilmente pasa desapercibida para un estudiante de Un Curso de Milagros. Si el ejercicio de ayer nos decía que «No soy víctima del mundo que veo.» hoy nos da una razón contundente y quizás desconcertante para algunos: No soy víctima del mundo que veo pues yo «He inventado el mundo que veo.»

Lo que veo son mis propios pensamientos proyectados afuera. Lo que percibo no es más que mi sistema de creencias, mi interpretación del mundo, que no es más que la interpretación de mi propio mundo.

En otras palabras, todo lo que veo, todo lo que experimento, lo he fabricado yo mismo. La película de mi vida, la he forjado en mi mente, por lo tanto, no puedo culpar a nadie de lo que me sucede.

Soy responsable de mis pensamientos y de mis experiencias. Si no me gusta el mundo que veo, si me genera miedos, conflictos, enfermedades o carencias, yo mismo puedo cambiarlo. Nada ni nadie me puede afectar, excepto mis propios pensamientos. El mundo es mi fabricación mental. No es más que un reflejo de los pensamientos que previamente generé en mi mente.

Todo pensamiento se genera en la mente del pensador y luego se proyecta o se extiende. Esto es tan cierto tanto para los pensamientos del ego como  para los pensamientos de Dios. Para diferenciarlos el Curso utilizará la palabra proyección cuando son pensamientos del ego como  miedo y culpa, y la palabra extensión cuando son pensamientos amorosos.

Fuimos creados a  semejanza de Dios, esto es como mente, por lo que compartimos Su Mente. Pero como nos creemos separados del Padre, fabricamos nuestra mente egoica en base a la culpa, el miedo, el conflicto, el ataque, el resentimiento, y demás expresiones de nuestra mente ilusoria. Ello nos ha conducido a fabricar un mundo que es lo opuesto a la manera como Dios crea. Un mundo dual, un mundo de conflictos, un mundo que instrumentaliza el amor, un mundo sujeto a los cambios, a la degradación y a la muerte. Es el efecto de nuestros pensamientos de separación, que nos ha hecho creer  que hemos olvidado que somos la causa del mundo que vemos.

Proyectamos afuera nuestros pensamientos de separación,  y cuando el reflejo de ello nos llega como percepción de ataque,  nos sentimos víctimas del mundo que hemos fabricado. 

Parece una paradoja, solo porque hemos creído que pudimos separar causa de efecto. Las situaciones que experimentamos nos están recordando que son el efecto de nuestros propios pensamientos. De ahí que: «No eres víctima del mundo que ves porque tú mismo lo inventaste. Puedes renunciar a él con la misma facilidad con la que lo construiste. Lo verás o no lo verás, tal como desees. Mientras desees verlo, lo verás; cuando ya no lo desees ver, no estará ahí para que lo puedas ver.» Aquí nos está diciendo que deshacerme del mundo que veo, del mundo que he fabricado, es una decisión mía, es  elegir el perdón y los milagros en lugar del miedo y los conflictos. Es renunciar a los juicios y elegir siempre el amor en lugar del miedo.

«Continuamos hoy desarrollando el tema de causa y efecto.» Jesús nos va explicar hasta el cansancio la ley de causa y efecto, para que comprendamos que sólo en las causas está nuestra liberación de la culpa y el miedo, y que no perdamos el tiempo buscando resolver efectos, si queremos cambiar el mundo que vemos cambiemos de mentalidad respecto al mundo.

LO INTERNO Y LO EXTERNO SON LO MISMO:

Creemos que lo que vemos afuera es distinto de lo que pensamos y sentimos. Es otro error al que nos conduce la percepción. Estos ejercicios nos ayudaran a comprender que son lo mismo. Por lo que se nos pide practicar con nuestro mundo interior (ojos cerrados) como con mi mundo exterior (ojos abiertos). La sanación del uno conduce a la sanación del otro: «La idea de hoy, al igual que las anteriores, es aplicable tanto a tu mundo interno como al externo, que en realidad son lo mismo. Sin embargo, puesto que los consideras diferentes, las sesiones de práctica de hoy tendrán una vez más dos fases: una dedicada al mundo que ves fuera de ti, y la otra, al que ves en tu mente.»
Simplemente observa lo que ves y reconoce que es tu creación, tu fabricación mental, afirmando que «He inventado el mundo que veo» hazlo de manera lenta y pausada para que se arraigue en tu conciencia. «Trata de introducir en los ejercicios de hoy el pensamiento de que ambos se encuentran en tu propia imaginación.»

PRACTICA:

Dos sesiones de práctica largas de tres a cinco minutos, una en la mañana y otra en la noche. Si sientes que te relaja puedes extender la práctica más de cinco minutos.

Repite «la idea de hoy dos o tres veces mientras miras a tu alrededor al mundo que consideras como externo a ti:»

«He inventado el mundo que veo.»

«Luego cierra los ojos y mira tu mundo interno. Procura tratarlos a ambos con la mayor igualdad posible.  Repite la idea de hoy sin ningún apresuramiento y tan a menudo como desees mientras observas las imágenes que tu imaginación le presenta a tu conciencia.»

RELAJACIÓN:

La relajación será una condición previa para todas las sesiones de práctica largas que hagamos de ahora en adelante. Aquietar el cuerpo te ayudará a aquietar la mente y podrás obtener un mayor beneficio de los ejercicios. Por lo que se recomienda escoger  «un momento en el que no preveas muchas distracciones y en el que te sientas razonablemente preparado.» Procura sentarte en una posición cómoda, te puede ayudar hacer respiraciones lentas y pausadas. Esta es una recomendación que debes tener en cuenta para todos los ejercicios subsiguientes.

REPETICIONES FRECUENTES:

«Estos ejercicios se deben seguir haciendo asimismo a lo largo del día tan a menudo como sea posible. Las aplicaciones más cortas consisten en lentas repeticiones de la idea según exploras tu mundo externo o tu mundo interno. No importa cuál de ellos elijas.»

RESPUESTA A LA TENTACION:

En la vida cotidiana es posible que tengas situaciones conflictivas o estresantes, contémplalas y reconózcalas  diciéndote:

«He inventado esta situación tal como la veo.»

verás como te liberas de cargas emocionales, y vas adquiriendo mayor consciencia del poder de tus pensamientos. En la medida que vas eligiendo el amor y la paz, vas despejando el camino hacia la auto sanación


Oscar Gómez Díez

https://www.facebook.com/travesiainterior/

Anuncio publicitario

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s