
LECCIÓN 33
«Hay otra manera de ver el mundo.»
Comentada por:
Oscar Gómez Díez
En este mundo tenemos hasta ahora una manera de ver las cosas: la manera del ego. La de ver separación, carencias, conflictos, ataques, culpa, miedo, etc. Es la forma como hemos venido resolviendo nuestros problemas en este mundo. De ahí que el propósito de esta lección sea: «que reconozcas que puedes cambiar tu percepción del mundo tanto en su aspecto externo como en el interno.» recordemos que ayer se nos decía que tanto lo interno como lo externo es lo mismo, pues tiene una misma fuente: nuestra mente
El propósito de la mayoría de las primeras lecciones apuntan a desmontar la forma de percibir del ego, a qué tengamos consciencia que es una percepción falsa de la realidad.
Esta lección nos está diciendo que podemos cambiar nuestra manera de percibir el mundo. Que ello depende de nuestra voluntad, es una decisión que debemos tomar. Podemos renunciar a seguir percibiendo el mundo desde el ego, desde el miedo y el conflicto, y pasar a percibirlo desde el amor y el perdón.
Asumimos la responsabilidad de nuestros pensamientos, y elegimos la paz como nuestro propósito mayor en lugar del conflicto. Al decirnos que «Hay otra manera de ver el mundo» estamos abriendo una ventana de oportunidad en nuestra conciencia para que el amor gobierne nuestra vida, estamos eligiendo al Espíritu Santo como nuestro maestro interior.
El Curso siempre nos está convocando a elegir, a decidir. La lección de hoy, nos está diciendo que hasta ahora habíamos percibido desde el ego, pero hay otra manera, esa otra manera es el amor, y el cambio hacia el amor se llama perdón, su resultado son los milagros.
El propósito del ejercicio de hoy es ayudarnos a cambiar nuestra percepción del mundo, solo tenemos que tomar la decisión para ello. Cuando manifestamos nuestra firme intención de ver el mundo de otra manera, un poderoso compañero estará listo a apoyarnos en esta tarea: el Espíritu Santo. El ocupará el lugar que le corresponde en nuestra mente. Invitemos al amor a que habite en nuestro corazón y que guíe nuestra vida, y a partir de ese momento nuestra percepción del mundo cambiará.
PRÁCTICA:
Dediquemos 5 minutos en la mañana y en la noche a comprometernos con nosotros mismos, que estamos dispuestos a ver las cosas de otra manera. Asume una postura cómoda y relajada y observa tu mundo externo y tu mundo interno y te dices:
«Hay otra manera de ver el mundo.»
«Mira simplemente de pasada al mundo que percibes como externo a ti. Luego cierra los ojos y examina tus pensamientos internos de la misma manera. Trata de ser igualmente desapegado con ambos y de mantener ese desapego cuando repitas la idea en el transcurso del día.»
«Alterna tu examen entre tus percepciones externas e internas, de tal forma que el cambio de unas a otras no sea abrupto.» cierras los ojos durante una parte del ejercicio y luego los abres para la parte externa, haciendo estos cambios los más suave posible.
REPETICIONES FRECUENTES:
«Las sesiones de práctica más cortas se deben hacer tan frecuentemente como sea posible.»
Reiteremos esta afirmación a lo largo del día, para que el cambio de rumbo que le estamos dando a nuestra vida sea consistente y sólido.
RESPUESTA A LA TENTACION:
Y si se presentan situaciones que perturben tu paz, alguna situación conflictiva, alguna situación traumática afirma lo siguiente:
«Hay otra manera de ver esto.»
Si percibes que la situación es fuerte para ti, has una pausa, cierra los ojos y repite para tus adentros la frase que se te ha sugerido. Puedo elegir ver esto de otra manera.
Si decido ver las cosas de otra manera, abro las puertas al mundo real, un mundo feliz y perdonado.
La felicidad es una decisión, y la puedo tomar ahora, no hay otro momento, no hay otro lugar, es ahora, pues no existe otro tiempo ni otro lugar para ser feliz, solo AHORA, es el único tiempo real, es el único momento en que puedo conectar con la eternidad que Soy. No hay otro momento, el Amor nos espera AHORA.
Oscar Gómez Díez
https://www.facebook.com/travesiainterior/